Un sondeo de Joaquín de la Torre reveló que el expresidente recuperó diez puntos su imagen positiva entre diciembre y julio pasado, justo antes que estallara el escándalo por las visitas en Olivos y el cumpleaños de Fabiola Yáñez.
La campaña electoral trae consigo fuertes vaivenes en los principales dirigentes del oficialismo y la oposición, que se mueven al compás del humor social respecto a las controversias que surgieron en las últimas semanas. En ese marco, una encuesta de Juntos por el Cambio reveló que Mauricio Macri está recuperando su imagen positiva en el conurbano bonaerense, mientras que el kirchnerismo pierde presencia en esa misma región.
Según un sondeo realizado por el precandidato a diputado nacional Joaquín de la Torre y difundido en el programa +Voces, del canal LN+, la imagen de Mauricio Macri se ubicó en julio pasado en un 30 por ciento, lo que significó un crecimiento de 10 puntos respecto a diciembre del año pasado, cuando marcó la cifra más baja desde que el expresidente perdió las elecciones en 2019.
Curiosamente, esas cifras se tomaron poco antes de que estallara el escándalo de las visitas a la Quinta de Olivos y el cumpleaños de Fabiola Yáñez durante el aislamiento obligatorio, por lo que el nivel positivo del expresidente podría haber crecido incluso otro poco más en las últimas semanas.
A su vez, esto también significó un resurgimiento de Macri en plena campaña electoral. Lejos de los momentos en que varios dirigentes de la coalición opositora pretendían «jubilarlo» o al menos frenarle cualquier aspiración, ahora el exmandatario es requerido para los actos del PRO en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, con el fin de retener el voto duro del macrismo y evitar su fuga hacia otros sectores de la centroderecha, como Ricardo López Murphy, o incluso hacia los libertarios representados por Javier Milei y José Luis Espert.
n tanto, la misma encuesta de De la Torre muestra una caída de cinco puntos en la imagen de Alberto Fernández, pasando de 50 por ciento en diciembre pasado a un 45 por ciento en julio último, justo antes de la polémica en Olivos. La crisis económica, la gestión de la pandemia de coronavirus, el endurecimiento de la retórica populista y recientemente los escándalos que dañaron la legitimidad presidencial, contribuyen a la pérdida de votantes en el Frente de Todos, especialmente entre los sectores más moderados que definieron la victoria del kirchnerismo en 2019.