Compass Group, dedicada a servicios de alimentación, armó las valijas y le vendió su operación local a una empresa nacional de catering, que lleva adelante un plan de remodelación de las confiterías del Teatro Colón. Cuáles son las compañías que en el último tiempo abandonaron la Argentina
Crece el éxodo de empresas: otra multinacional arma las valijas y se va del país. Compass Group, compañía británica de servicios de alimentación que está presente en la Argentina desde hace 20 años, se suma a la lista de las que abandonan el mercado nacional en medio de la crisis económica y la incertidumbre por el resultado electoral.
La operación local de Compass -que en 2022 facturó $ 17.000 millones y proyectaba ingresos por $ 30.000 millones para este año- fue vendida a la compañía nacional Grupo L, firma de catering que actualmente lleva adelante la remodelación de las confiterías del Teatro Colón que tiene en concesión, con una inversión de $ 200 millones y bajo su marca Blue Catering, que provee a restaurantes, bares y eventos.
Con base en el Reino Unido, a nivel global Compass está presente en más de 50 mercados con más de 500.000 trabajadores. Genera ingresos anuales por 25.800 millones de libras esterlinas y brinda servicios en distintos sectores como el industrial, educativo, de atención sanitaria y residencial de adultos mayores, entre otros.
Según su último reporte financiero, en lo que va del año, tuvo un crecimiento orgánico de los ingresos del 21% con una retención de clientes del 96,7%, junto con un crecimiento neto equilibrado de negocios del 5% y un incremento del volumen comparable del 9%.
En el país, Compass operaba las marcas Eurest, ESS, Medirest, Outtakes y Vend. Tenía más de 100 clientes y 3200 empleados. Las oficinas corporativas estaban ubicadas en el barrio porteño de Belgrano, y contaba con un centro de distribución en Moreno y una planta en Ciudadela, provincia de Buenos Aires, además de una sede en Mar del Plata
Según explicó Grupo L, la adquisición se dio con el fin de fortalecer su posición como «uno de los principales grupos de servicios de alimentación y facilities, tanto para instituciones privadas como públicas» y «asegura la continuidad futura del negocio con un grupo local bien establecido, que cuenta con más de 40 años de experiencia en el rubro».
Así, tras el deal -del que no trascendió el monto desembolsado- Grupo L pasará a tener más de 6000 empleados directos y «potenciará su cartera de clientes en todo el país», adelantó, y aclaró que se trabajó con Compass para realizar «una transición fluida y continuar los servicios en la región, con los mismos equipos operativos y manteniendo la alta calidad en alimentos, salud y seguridad que los clientes esperan».
«Sumamos a nuestra estructura a un gran número de colaboradores que diariamente sostienen operaciones de escala con altos estándares de calidad, como los que aplicamos en Grupo L. Queremos unir esas experiencias para potenciar el modelo de negocio con impacto en la comunidad y en el desarrollo de las economías regionales en el que trabajamos», afirmó Sebastián Lusardi, director ejecutivo de la firma compradora, que nació en 1976 y en 2006 comenzó a brindar servicios a rubros como higiene urbana, industrial, construcción, y de infraestructura y logística.
La salida de Compass se suma a las recientes partidas de multinacionales, como el gigante de e-commerce de moda brasileño Dafiti, que el mes pasado dio de baja su plataforma digital en el país. La compañía forma parte de Global Fashion Group (GFG), holding de moda con operaciones en 17 países, y buscaba llenar el vacío que dejó Falabella.
En la industria financiera, otra compañía brasileña abandonó también la Argentina. Itaú le cedió su operación por u$s 50 millones a Banco Macro, en una operación acordada en agosto. Así, Macro se convierte en la entidad privada con la mayor red de puntos de atención distribuidos en todo el territorio nacional. Con 565 sucursales y 9400 colaboradores, brindará diariamente servicio a 6 millones de clientes.
Previo a ello, el grupo español Inditex, controlante de la cadena de indumentaria Zara y el vertical de artículos para el hogar Zara Home, se retiró del país en julio. Le dejó sus activos al holding panameño Regency Group, gestionado por el grupo Harari, que también se hará cargo de la marca en Uruguay y que el año pasado tomó el manejo de Nike, que dejó de estar presente de forma directa en la Argentina, a partir de este acuerdo de cesión.